Cuando te vi por
primera vez y me llevaste a tu hogar sentí que
me protegerías por siempre, que no
me faltaría cuidado y a cambio de
eso yo te protegería incluso con mi vida
de ser necesario y nunca lo pensaría dos
veces.
Los primeros días llorabas porque no
te permitían llevarme a tu
habitación, me dabas mi comida a
tiempo, siempre jugabas conmigo, me enseñaste
a disfrutar del baño, anhelaba los
momentos en que venías a jugar conmigo.
Pasaba toda la noche ladrando y haciendo gruñidos,
pendiente de que nada malo se te acercara.
Los mejores momentos de
mi vida los recuerdo a tu lado, lo siento se que estoy viejo y por lo tanto un
poco sentimental. Pero no se que hice mal para que comenzaras a maltratarme, si
hasta reconocía tus pasos y tu olor
desde lejos y meneaba fuertemente mi cola ansioso por verte entrar. Luego de algún tiempo creo haberte
aburrido porque me golpeabas
con cualquier cosa, me gritabas aun cuando no entendía por qué, moría de hambre y aun
cuando podía quitártela no lo hacia porque
preferiría mil veces tu bienestar
antes del mío. Afuera hacía frio y lo aguantaba,
porque otra vez se te olvido bañarme
y mi olor era desagradable para tu hogar, con todo eso te amaba, amo.
No se que hice ese día pero espero que me
perdones, fue el peor día de
mi vida me subiste a tu auto, vendándome
los ojos y al rato sentí un
golpe, cuando logré quitarme la venda no
conocía nada y tu no estabas.
Pensé que me habías olvidado y te busqué mucho tiempo, conocí más animales,
mayormente resentidos y escasamente amables. Pero más tarde entendí que me habías abandonado,
terminando aquí enfermo sin mi pelo,
atropellado y muy adolorido pero con todo eso… ¿sabes amo? aun te amo.
Comentarios
Publicar un comentario